Cáncer de estómago: cuando sus células crecen sin control

El cáncer de estómago es un tipo de cáncer que comienza en la zona gástrica (el saco muscular ubicado en la parte superior media del abdomen, justo debajo de las costillas).

El estómago es una parte muscular, hueca y dilatada del tracto gastrointestinal que funciona como un órgano importante en el sistema digestivo. Cuando el bolo alimenticio ingresa a través del esófago, se liberan diferentes proteasas y ácido clorhídrico para degradar los nutrientes y, por lo tanto, permitir su absorción posterior. El estómago también tiene un papel inmunológico ya que los pH bajos y las condiciones especiales que se encuentran en este órgano pueden matar las bacterias y otros microorganismos que provienen del exterior de nuestro cuerpo.

Otro término para el cáncer de estómago es cáncer gástrico. Estos dos términos se refieren con más frecuencia al cáncer de estómago que comienza en las células productoras de moco en el revestimiento interno del estómago (adenocarcinoma). El adenocarcinoma es el tipo más común de cáncer de estómago.

Los médicos dividen el cáncer de estómago en cinco tipos principales según la naturaleza del origen del cáncer, tales como:

• Adenocarcinoma: alrededor del 90% al 95% de los cánceres de estómago son adenocarcinomas. Estos cánceres se desarrollan a partir de las células que forman el revestimiento interno del estómago (conocido como la mucosa)
• Linfoma: cánceres del tejido del sistema inmunológico que a veces se encuentran en la pared del estómago. Alrededor del 4% de los cánceres de estómagos son linfomas
• Tumor del estroma gastrointestinal: tumores raros que comienzan en formas muy tempranas de células en la pared del estómago llamadas células intersticiales de Cajal
• Tumor carcinoide: tumores que comienzan en las células hormonales del estómago
• Otros tipos de cáncer: como el carcinoma de células escamosas, el carcinoma de células pequeñas y el leiomiosarcoma, también pueden comenzar en el estómago, pero estos cánceres son muy raros

Una serie de factores pueden aumentar el riesgo de cáncer de estómago. Algunos factores de riesgo se pueden manejar, por ejemplo, el tener una dieta más saludable, pero otros factores no se pueden controlar, como los antecedentes familiares.

Los factores de riesgo para el cáncer de estómago incluyen:

• Mayor riesgo en hombres que en mujeres
• Dieta
• Antecedentes familiares de cáncer de estómago
• Infección por Helicobacter pylori
• Infección por el virus de Epstein-Barr
• Inmunodeficiencia variable común
• Inflamación del estómago a largo plazo
• Anemia perniciosa
• Fumar
• Poliposis estomacal
• Edad

Las personas con cáncer de estómago pueden tener alguno de los siguientes síntomas que generalmente están relacionados con la vida diaria y, por lo tanto, pueden ser más fáciles de detectar en comparación con otros tipos de cáncer:

• Fatiga
• Sentirse hinchado después de comer
• Sentirse lleno después de comer pequeñas cantidades de comida
• Acidez estomacal severa y persistente
• Indigestión severa e implacable
• Náuseas que son persistentes e inexplicables
• Dolor de estómago
• Vómitos que son persistentes
• Pérdida de peso que es involuntaria

La supervivencia en el cáncer de estómago se basa básicamente en qué tan avanzado está el tumor en este órgano. Cuando se detectan en etapas tempranas ―I y II―, las posibilidades de que el paciente sobreviva son de aproximadamente el 80% y 60% respectivamente. Mientras se detecte en etapas más avanzadas, esta probabilidad va del 25% (en la etapa III) al 5% (etapa IV). Ya que es fácil notar un estado extraño en el estómago, debido a la sensibilidad del sistema digestivo, el cáncer de estómago se detecta normalmente cuando no ha crecido lo suficiente como para ser tan letal como podría ser.

IMPORTANTE: EL DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER ES DE VITAL IMPORTANCIA DEBIDO A QUE UN CÁNCER DIAGNOSTICADO EN UNA ETAPA TEMPRANA ―ANTES DE QUE HAYA CRECIDO DEMASIADO O SE HAYA PROPAGADO A OTRAS ZONAS DEL CUERPO―, TIENE MAYOR PROBABILIDAD DE SER TRATADO CON ÉXITO. POR CONTRA, SI EL CÁNCER SE HA DISEMINADO A OTROS ÓRGANOS, SU TRATAMIENTO SE HACE MÁS DIFÍCIL, Y GENERALMENTE LA PROBABILIDAD DE SUPERVIVENCIA ES MUCHO MÁS BAJA.

En el caso del cáncer de estómago, la detección se puede realizar mediante una endoscopia superior para explorar el interior de este órgano y recolectar un pedazo de tejido si es necesario. Además, se pueden realizar algunas pruebas de imágenes, como la tomografía computarizada y una prueba de rayos X llamada golondrina de bario. Obviamente, este tipo de técnicas pueden ser dañinas e incluso peligrosas para la salud del paciente debido a lo agresivas que pueden llegar a ser si no se desarrollan adecuadamente.