
Cáncer de riñón: cuando sus células crecen sin control
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Tiempo de lectura: 6 min
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El cáncer de riñón es un tipo de cáncer que comienza en los riñones (el par de órganos con forma de alubia, cada uno del tamaño de un puño, que se adhiere a la pared posterior superior del abdomen).
El trabajo principal de los riñones es filtrar la sangre proveniente de las arterias renales para eliminar el exceso de agua, sal y productos de desecho. Estas sustancias se convierten en orina. La orina sale de los riñones a través de tubos largos y delgados llamados uréteres, que se conectan a la vejiga.
Aproximadamente 9 de cada 10 casos de cáncer de riñón son del tipo más común:
Otros tipos de cáncer de riñón incluyen:
Por otro lado, hay tumores renales benignos (no cancerosos) que no hacen metástasis, es decir, no se diseminan a otras partes del cuerpo, tales como:
Una serie de factores pueden aumentar el riesgo de cáncer de riñón. Algunos factores de riesgo se pueden controlar, por ejemplo, dejar de fumar, pero otros factores no, como el historial familiar.
Los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida y relacionados con el trabajo para el cáncer de riñón incluyen:
De la misma manera, existen factores de riesgo genéticos y hereditarios para el cáncer de riñón, tales como:
Los casos de cáncer de riñón tempranos no suelen causar ningún signo o síntoma, pero los más grandes pueden causarlos. Algunos signos y síntomas posibles del cáncer de riñón incluyen:
Estos signos y síntomas pueden ser causados por el cáncer de riñón (u otro tipo de cáncer), pero con mayor frecuencia son causados por otras enfermedades benignas. Por ejemplo, la sangre en la orina es más a menudo causada por una infección de la vejiga o el tracto urinario, o por un cálculo renal. Sin embargo, si se padece alguno de estos síntomas, hay que consultar a un médico para que se pueda encontrar y tratar la causa, si es necesario.
Para los pacientes con cáncer de riñón localizado que no se había diseminado a los ganglios linfáticos u órganos distantes (etapas tempranas), las tasas de supervivencia a 5 años fueron del 97% para el grupo de bajo riesgo, del 81% para el grupo de riesgo intermedio y del 62% para el grupo de alto riesgo.
Para los pacientes con cáncer de riñón que se había diseminado a los ganglios linfáticos u órganos distantes cuando se encontró por primera vez (estadios avanzados), las tasas de supervivencia a 5 años fueron del 41% para el grupo de bajo riesgo, 18% para el grupo de riesgo intermedio y 8% para el grupo de alto riesgo.
IMPORTANTE: EL DIAGNÓSTICO PRECOZ DEL CÁNCER ES DE VITAL IMPORTANCIA DEBIDO A QUE UN CÁNCER DIAGNOSTICADO EN UNA ETAPA TEMPRANA ―ANTES DE QUE HAYA CRECIDO DEMASIADO O SE HAYA PROPAGADO A OTRAS ZONAS DEL CUERPO―, TIENE MAYOR PROBABILIDAD DE SER TRATADO CON ÉXITO. POR CONTRA, SI EL CÁNCER SE HA DISEMINADO A OTROS ÓRGANOS, SU TRATAMIENTO SE HACE MÁS DIFÍCIL, Y GENERALMENTE LA PROBABILIDAD DE SUPERVIVENCIA ES MUCHO MÁS BAJA.
Muchos casos de cáncer de riñón se detectan bastante temprano, mientras que todavía están limitados al riñón, pero otros se encuentran en una etapa más avanzada. Hay algunas razones para esto:
Algunas pruebas pueden detectar algunos casos de cáncer de riñón en una etapa temprana, pero no se recomienda ninguna de éstas para detectar el cáncer de riñón en personas con riesgo promedio.
Una prueba rutinaria de orina (análisis de orina), que a veces es parte de un chequeo médico completo, puede encontrar pequeñas cantidades de sangre en la orina de algunas personas con cáncer de riñón en sus primeras etapas. Pero muchas otras cosas además del cáncer de riñón causan sangre en la orina, incluidas infecciones del tracto urinario, infecciones de la vejiga, cáncer de vejiga y afecciones renales benignas (no cancerosas), como cálculos renales. Y algunas personas con cáncer de riñón no tienen sangre en la orina hasta que el cáncer es bastante grande y podría haberse diseminado a otras partes del cuerpo.
Pruebas de imagen como las tomografías computarizadas (TC) y las imágenes de resonancia magnética (IRM) a menudo pueden detectar casos de cáncer de riñón pequeños, pero estas pruebas son caras. El ultrasonido es menos costoso y también puede detectar algunos cánceres de riñón tempranos. Un problema con estas pruebas es que no siempre pueden distinguir los tumores benignos de los carcinomas de células renales pequeñas.
A menudo, los casos de cáncer de riñón se detectan de manera incidental (por accidente) durante las pruebas de diagnóstico por imágenes de alguna otra enfermedad, como la enfermedad de la vesícula biliar. Estos cánceres generalmente no causan dolor u otros síntomas cuando se detectan. La tasa de supervivencia de estos casos de cáncer de riñón es muy alta porque generalmente se encuentran en una etapa muy temprana.
El cáncer de riñón es un cáncer que comienza en los riñones (el par de órganos con forma de alubia, cada uno del tamaño de un puño, que se adhiere a la pared posterior superior del abdomen).
El trabajo principal de los riñones es filtrar la sangre proveniente de las arterias renales para eliminar el exceso de agua, sal y productos de desecho.
Una serie de factores pueden aumentar el riesgo de cáncer de riñón. Algunos factores de riesgo se pueden controlar, por ejemplo, dejar de fumar, pero otros factores no, como el historial familiar.
Los casos de cáncer de riñón tempranos no suelen causar ningún signo o síntoma, pero los más grandes pueden causarlos.
Debido a que los riñones están muy adentro del cuerpo, no se pueden ver o sentir pequeños tumores renales durante un examen físico.
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