Deficiencia de ácido fólico: cuando hay carencia de B9

El ácido fólico, (también conocido como folato o vitamina B9), es una vitamina esencial hidrosoluble del complejo de vitamina B, necesaria para la maduración de proteínas estructurales y hemoglobina (y por esto, transitivamente, de los glóbulos rojos); su insuficiencia en los seres humanos actualmente no es rara debido a carencias nutricionales de la dieta basada en alimentación industrial.

El folato es efectivo en el tratamiento de ciertas anemias y la psilosis. A diferencia de otras vitaminas hidrosolubles, el ácido fólico se almacena en el hígado. Además, el ácido fólico colabora con la vitamina B12 y la vitamina C para ayudar al cuerpo a descomponer, usar y crear proteínas nuevas. El ácido fólico también ejecuta otras funciones importantes para el organismo, como servir de ayuda para formar glóbulos rojos y blancos y también ayuda a producir el ADN, el pilar fundamental del cuerpo humano, que porta la información genética.

La deficiencia de ácido fólico se define por bajos niveles de esta vitamina en sangre y los síntomas que provoca son los siguientes:

• Fatiga, irritabilidad, o diarrea
• Crecimiento insuficiente
• Lengua lisa y sensible

Si no se trata a tiempo, la deficiencia de ácido fólico puede derivar en:

• Anemia (conteo bajo de glóbulos rojos)
• Niveles bajos de glóbulos blancos y plaquetas (en casos graves)

Cuando una persona tiene anemia por deficiencia de ácido fólico, los glóbulos rojos son anormalmente grandes. Este tipo de anemia se conoce como anemia megaloblástica.

Las mujeres embarazadas necesitan obtener suficiente ácido fólico, ya que esta vitamina es importante para el desarrollo de la médula espinal y el cerebro del feto. La deficiencia de ácido fólico puede causar anomalías congénitas graves conocidas como defectos del tubo neural. La Ración Diaria Recomendada (RDA, por sus siglas en inglés) de folato durante el embarazo es de 600 microgramos (µg)/día.

Las principales causas y factores de riesgo para la deficiencia de ácido fólico son los siguientes:

• Enfermedades que pueden provocar problemas en la absorción de ácido fólico en el aparato digestivo (como la celiaquía o la enfermedad de Crohn)
• Consumo excesivo de alcohol
• Consumo de frutas y verduras demasiado cocidas, ya que el ácido fólico se puede destruir fácilmente con el calor.
• Anemia hemolítica
• Ciertos medicamentos (como fenitoína, sulfasalacina o trimetoprim con sulfametoxazol)
• Consumir una alimentación que no incluya suficientes frutas y verduras
• Diálisis renal

La deficiencia de ácido fólico se suele diagnosticar con un análisis de sangre, en el que se evalúan los niveles de esta vitamina en suero.

El tratamiento para la deficiencia de ácido fólico consiste en su administración por vía oral. En pacientes que tienen problemas para su absorción, la administración de grandes cantidades por vía oral suele ser suficiente para recuperar sus depósitos.

Se puede prevenir la deficiencia de ácido fólico (así como sucede con otras vitaminas) al seguir una dieta equilibrada. Hay muchos alimentos que son ricos en ácido fólico, pero principalmente son:

• Frijoles y legumbres
• Jugos y frutas cítricas
• Hortalizas de hoja verde oscura como las espinacas, los espárragos y el brócoli
• Hígado
• Hongos
• Carne de aves, carne de cerdo y mariscos
• Salvado del trigo y otros granos integrales