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La enfermedad del hígado graso no alcohólica es un tipo de enfermedad hepática que se caracteriza por la acumulación de lípidos en el hígado, mediante un proceso conocido como esteatosis, sin ser causada por un consumo excesivo de alcohol

Hígado graso no alcohólico (EHGNA): lípidos en el hígado

Autor: Gabriela Gómez

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Fecha de publicación:

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Tiempo de lectura: 5 min

¿Qué es la EHGNA?

La enfermedad del hígado graso no alcohólica (EHGNA) es un tipo de enfermedad hepática que se caracteriza por la acumulación de lípidos en el hígado, mediante un proceso conocido como esteatosis, sin ser causada por un consumo excesivo de alcohol. El hígado juega un papel muy importante en la distribución de triglicéridos y esteroles a los diferentes tejidos mediante las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y las lipoproteínas de baja densidad (LDL). Además, el hígado también recibe el exceso de lípidos del resto de tejidos mediate las lipoproteínas de alta densidad (HDL) para su degradación. De este modo, la acumulación de lípidos en el hígado es anómala y suele ser siempre signo de patología.


La EHGNA es el resultado de tener más depósitos de grasa en el hígado de lo habitual y en las fases tempranas de su desarrollo no suele generar síntomas. Aun así, si la EHGNA no es tratada a tiempo, esta enfermedad puede progresar a alteraciones mucho más severas, que incluyen esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) y la fibrosis hepática, que puede desembocar en cirrosis en su fase terminal.


Esto se debe a que la EHGNA puede provocar la inflamación del hígado si no es revertida a tiempo, promoviendo así el desarrollo de EHNA. Si la EHNA se cronifica en el tiempo, el tejido hepático va siendo progresivamente dañado y es reemplazado por tejido conjuntivo (fibrótico), mediante el proceso conocido como fibrosis hepática. En esta fase, la enfermedad hepática es crónica y no se puede revertir. La cronificación de la fibrosis provoca el deterioro de la función hepática debido a la acumulación de tejido conjuntivo, llegando así al desarrollo de la cirrosis hepática.


Por otro lado, cada una de las fases de la enfermedad hepática provoca un aumento del riesgo del paciente de sufrir carcinoma hepatocelular (CHC), que es el tipo más común de cáncer de hígado.


En la mayoría de los casos, la EHGNA no provoca síntomas. Aun así, los síntomas más característicos suelen ser:

    • Fatiga
    • Dolor en la parte superior derecha del abdomen

En personas con EHNA que presentan daño hepático (cirrosis) los síntomas pueden incluir:

    • Debilidad
    • Pérdida de apetito
    • Náuseas
    • Color amarillo en la piel y los ojos (ictericia)
    • Picazón
    • Acumulación de líquido e hinchazón en las piernas y el abdomen
    • Confusión mental
    • Sangrado gastrointestinal

Factores de riesgo de la EHGNA

Los principales factores de riesgo para el desarrollo de la EHGNA suelen ser:

    • Tener sobrepeso o estar obeso
    • Síndrome metabólico
    • Prediabetes (resistencia a la insulina)
    • Diabetes tipo 2
    • Colesterol alto
    • Triglicéridos alto
    • Presión arterial alta

El síndrome metabólico, que es la alteración resultante del sobrepeso y la obesidad, es el principal factor de riesgo para el desarrollo de la EHGNA. De hecho, debido a la preocupante prevalencia de síndrome metabólico que hay a nivel mundial, la prevalencia de EHGNA se está convirtiendo en un factor de importante consideración.

¿Cómo se diagnostica la EHGNA?

La EHGNA a menudo se detecta durante la evaluación rutinaria del perfil hepático que se utilizan para ver cómo está funcionando el hígado. El perfil hepático suele incluir:

    • Albúmina: es la proteína más abundante que hay en la sangre y producida por el hígado
    • Proteínas totales: mide la cantidad total de proteínas en la sangre, incluyendo albúmina y globulinas
    • Enzimas hepáticas: suelen incluir la fosfatasa alcalina (ALP), la alanina transaminasa (ALT), la aspartato aminotransferasa (ALT), la gamma-glutamil transferasa (GGT) y la Lactato-deshidrogenasa (LDH). Estas son enzimas que se producen principalmente en el hígado. Estas enzimas son específicas del hígado
    • Bilirrubina: es un producto de desecho que produce su cuerpo cuando descompone los glóbulos rojos y degrada los grupos hemo de la hemoglobina. El hígado capta la bilirrubina de la sangre y la une a ácido glucurónico, generando así la bilirrubina conjugada (bilirrubina directa) que es eliminada mediante secreción con la bilis. Por otro lado, la bilirrubina también se puede unir a la albúmina, dando lugar a la bilirrubina no conjugada (bilirrubina indirecta). La suma de ambas bilirrubinas da lugar a la bilirrubina total.
    • Tiempo de protrombina (TP): mide cuánto tarda la sangre en coagular. La protrombina es una proteína involucrada en la coagulación de la sangre. Se produce en el hígado

Además, también existen otras pruebas que, en caso de obtener resultados anómalos del perfil hepático, pueden confirmar o descartar la presencia de EHGNA. Dichas pruebas son:

    • Ultrasonidos
    • Resonancia magnética nuclear (RMN)
    • Tomografía computarizada (TC)
    • Fibroscan (elastografía)

Para la diferenciación entre EHGNA y EHNA, se suele requerir la realización de una biopsia de hígado para su análisis.

¿Cuáles son los tratamientos para la EHGNA?

No hay un tratamiento específico para la EHGNA. El objetivo del tratamiento consiste en aplicar medidas que controlen los factores de riesgo y cualquier afección médica. Dichas medidas pueden incluir:

    • Perder peso
    • Llevar una dieta saludable con un bajo contenido de sal
    • No beber alcohol
    • Mantenerse activo físicamente
    • Manejar afecciones médicas como la diabetes mellitus de tipo 2 o la hipertensión arterial
    • Recibir vacunas contra enfermedades como la hepatitis A y la hepatitis B
    • Reducir los niveles de colesterol y triglicéridos
    • Tomar los medicamentos como se le indica. Hable con su proveedor sobre los medicamentos que toma, incluyendo hierbas, suplementos y medicamentos comprados sin necesidad de una receta

Bajar de peso y manejar la diabetes puede retrasar y en ocasiones revertir el depósito de grasa en el hígado.

¿Se puede prevenir la EHGNA?

Las medidas más eficientes para prevenir la EHGNA incluyen:

    • Mantener un peso saludable
    • Llevar una dieta saludable
    • Hacer ejercicio regularmente
    • Limitar su consumo de alcohol
    • Utilizar los medicamentos apropiadamente

Resumen

La enfermedad del hígado graso no alcohólica (EHGNA) es un tipo de enfermedad hepática que se caracteriza por la acumulación de lípidos en el hígado, mediante un proceso conocido como esteatosis, sin ser causada por un consumo excesivo de alcohol.

La EHGNA es el resultado de tener más depósitos de grasa en el hígado de lo habitual y en las fases tempranas de su desarrollo no suele generar síntomas.

La EHGNA puede provocar la inflamación del hígado si no es revertida a tiempo, promoviendo así el desarrollo de esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).

Si la EHNA se cronifica en el tiempo, el tejido hepático va siendo progresivamente dañado y es reemplazado por tejido conjuntivo (fibrótico), mediante el proceso conocido como fibrosis hepática.

Autor

Foto de Gabriela Gómez

Gabriela Gómez

Graduada en Medicina por la Universidad de los Andes (Colombia), con especialización en Hepatología. Estudios de postgrado realizados sobre la Enfermedad Hepática por la Universidad de los Andes (Colombia). Actualmente se encuentra en la University of Illinois (Estados Unidos), trabajando en su Doctorado basado en "Estudio de los índices hepáticos para el diagnóstico y/o cribado de la enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA), esteatohepatitis (EHNA), fibrosis y cirrosis".

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