
Hígado graso no alcohólico (EHGNA): lípidos en el hígado
|
|
Tiempo de lectura: 5 min
|
|
Tiempo de lectura: 5 min
La enfermedad del hígado graso no alcohólica (EHGNA) es un tipo de enfermedad hepática que se caracteriza por la acumulación de lípidos en el hígado, mediante un proceso conocido como esteatosis, sin ser causada por un consumo excesivo de alcohol. El hígado juega un papel muy importante en la distribución de triglicéridos y esteroles a los diferentes tejidos mediante las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y las lipoproteínas de baja densidad (LDL). Además, el hígado también recibe el exceso de lípidos del resto de tejidos mediate las lipoproteínas de alta densidad (HDL) para su degradación. De este modo, la acumulación de lípidos en el hígado es anómala y suele ser siempre signo de patología.
La EHGNA es el resultado de tener más depósitos de grasa en el hígado de lo habitual y en las fases tempranas de su desarrollo no suele generar síntomas. Aun así, si la EHGNA no es tratada a tiempo, esta enfermedad puede progresar a alteraciones mucho más severas, que incluyen esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) y la fibrosis hepática, que puede desembocar en cirrosis en su fase terminal.
Esto se debe a que la EHGNA puede provocar la inflamación del hígado si no es revertida a tiempo, promoviendo así el desarrollo de EHNA. Si la EHNA se cronifica en el tiempo, el tejido hepático va siendo progresivamente dañado y es reemplazado por tejido conjuntivo (fibrótico), mediante el proceso conocido como fibrosis hepática. En esta fase, la enfermedad hepática es crónica y no se puede revertir. La cronificación de la fibrosis provoca el deterioro de la función hepática debido a la acumulación de tejido conjuntivo, llegando así al desarrollo de la cirrosis hepática.
Por otro lado, cada una de las fases de la enfermedad hepática provoca un aumento del riesgo del paciente de sufrir carcinoma hepatocelular (CHC), que es el tipo más común de cáncer de hígado.
En la mayoría de los casos, la EHGNA no provoca síntomas. Aun así, los síntomas más característicos suelen ser:
En personas con EHNA que presentan daño hepático (cirrosis) los síntomas pueden incluir:
Los principales factores de riesgo para el desarrollo de la EHGNA suelen ser:
El síndrome metabólico, que es la alteración resultante del sobrepeso y la obesidad, es el principal factor de riesgo para el desarrollo de la EHGNA. De hecho, debido a la preocupante prevalencia de síndrome metabólico que hay a nivel mundial, la prevalencia de EHGNA se está convirtiendo en un factor de importante consideración.
La EHGNA a menudo se detecta durante la evaluación rutinaria del perfil hepático que se utilizan para ver cómo está funcionando el hígado. El perfil hepático suele incluir:
Además, también existen otras pruebas que, en caso de obtener resultados anómalos del perfil hepático, pueden confirmar o descartar la presencia de EHGNA. Dichas pruebas son:
Para la diferenciación entre EHGNA y EHNA, se suele requerir la realización de una biopsia de hígado para su análisis.
No hay un tratamiento específico para la EHGNA. El objetivo del tratamiento consiste en aplicar medidas que controlen los factores de riesgo y cualquier afección médica. Dichas medidas pueden incluir:
Bajar de peso y manejar la diabetes puede retrasar y en ocasiones revertir el depósito de grasa en el hígado.
Las medidas más eficientes para prevenir la EHGNA incluyen:
La enfermedad del hígado graso no alcohólica (EHGNA) es un tipo de enfermedad hepática que se caracteriza por la acumulación de lípidos en el hígado, mediante un proceso conocido como esteatosis, sin ser causada por un consumo excesivo de alcohol.
La EHGNA es el resultado de tener más depósitos de grasa en el hígado de lo habitual y en las fases tempranas de su desarrollo no suele generar síntomas.
La EHGNA puede provocar la inflamación del hígado si no es revertida a tiempo, promoviendo así el desarrollo de esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
Si la EHNA se cronifica en el tiempo, el tejido hepático va siendo progresivamente dañado y es reemplazado por tejido conjuntivo (fibrótico), mediante el proceso conocido como fibrosis hepática.
{"one"=>"Seleccione 2 o 3 artículos para comparar", "other"=>"{{ count }} de 3 artículos seleccionados"}
Seleccione el primer artículo para comparar
Seleccione el segundo artículo para comparar
Seleccione el tercer elemento para comparar